Si un jugador recibe dos tarjetas amarillas, recibirá una tarjeta azul y deberá salir del campo de juego por 2 minutos sin poder ser reemplazado por otro jugador. Si un jugador recibe una tarjeta roja o tres amarillas, será expulsado y no podrá ser reemplazado por otro. Uno de los carburantes para que funcione bien ese motor son las ventas de camisetas, que cada año sorprenden a los aficionados con una variada gama de colores para las segunda -o incluso tercera- equipación y una leve subida de precios.